Una clase de acolchado a máquina

Un quilt de patchwork es una obra de arte, no importa el nivel, no importan las preferencias ni los gustos de la creadora.

Importa el cariño y las horas invertidas.

La última parte es el acolchado. Ya sea a mano o a máquina, el acolchado le da ese toque que consigue que el quilt “brille”.



Una de las cosas que he aprendido mientras enseñaba es que todo no se puede aprender al mismo tiempo.


Todo aprendizaje requiere un proceso y el acolchado a máquina, también.


Por eso que hay una serie de pasos imprescindibles para sentar unas buenas bases y te los cuento seguidamente.


El primer paso es: entender qué es el acolchado y para qué es conveniente acolchar tanto si es poco como es mucho. 


El acolchado asegurará que las 3 capas de un quilt (top, guata y trasera) queden unidas y se mantengan en su lugar con el uso y los lavados. 


Además, el acolchado puede cumplir la misión de asegurar y poco más o puede ser más elaborado, creando formas y dibujos que realcen todo el trabajo de pieceo o aplicación realizado en el top.


Y aquí es donde entra el gusto y el estilo de la persona que acolcha este quilt. Es donde la acolchadora puede disfrutar creando y expresando.


Es donde realmente se desarrolla todo el potencial, pues no siempre el resultado final es como se había imaginado. 


Por eso cada quilt es único, cada quilt es un reto a superar y cuando todo esto está claro, está interiorizado y has trabajado el diseño que vas a plasmar con hilo en este quilt, estás tranquila. Sabes que tus acolchados van a quedar bien.


El segundo paso será: conocer la máquina de coser y los materiales y herramientas que vas a utilizar.


Respecto a la máquina de coser, quiero resaltar que la máquina que debes conocer es la tuya.


Tengas la máquina que tengas, puedes acolchar con ella, por eso, siempre te piden que lleves tu máquina de coser a los cursos.


¡Y te puedo asegurar que aprovecharás mucho mejor el tiempo de clase!


De nada te sirve que te enseñen a cambiar una aguja, modificar la tensión del hilo o conocer el prensatelas que vas a necesitar si después en casa no sabes cómo hacerlo con tu máquina. 


La persona que te enseñe a acolchar conocerá lo suficiente para ayudarte a configurar tu máquina y sabrá aconsejarte sobre el prensatelas que necesitarás.


Y no me voy a extender con los materiales y herramientas. Es un mundo.


Solo te diré que según la tela y la guata que utilices el resultado final, cambiará, pero


¡cuidado!


También influirá la aguja que utilices y el hilo y te puedo decir que la primera vez el resultado es totalmente imprevisible. Solo puedes prever el final si primero has probado “esos” materiales y herramientas que vas a utilizar.


El tercer paso será conocer cómo combinar todos los elementos que hemos visto hasta ahora y conseguir que TU máquina de coser, TU quilt y Tú misma forméis un conjunto que trabaja como el mejor equipo del mundo.


El acolchado a máquina es una habilidad, no se puede estudiar o memorizar, necesita práctica.



Y la práctica requiere tiempo, por eso en una clase de un solo día se puede aprender la base sobre la que después querrás seguir trabajando para conseguir un buen nivel de acolchado.


Y aquí es cuando entra la experiencia y habilidad de la profesora al aplicar el método de enseñanza que utiliza.


El mayor reto para la profesora de acolchado a máquina es adaptarse a los diferentes niveles que se pueden encontrar en un solo grupo. Desde las que no saben nada o casi nada, pasando por la que sabe menos de lo que pensaba o al contrario, la que sabe mucho más de lo que se cree y la que realmente sabe mucho.


En cualquier caso hay que respetar los pasos anteriores y crear un ambiente en el que todas se sientan especiales y atendidas.


Resulta más fácil decirlo que hacerlo.


Aun así, se consigue repartiendo tareas individuales adaptadas al nivel de cada una. Y si eres profesora, sabes de primera mano que siempre hay que llevar un montón de recursos de reserva para salir airosa de estas situaciones.


Por último es importante señalar la posición correcta para evitar futuros dolores y contracturas y lo más importante de todo animar a cada una de las alumnas y remarcar con fuerza que en un día no se aprende todo y que todas hemos recorrido el mismo camino, hemos aprendido, nos hemos equivocado y hemos avanzado paso a paso hasta llegar al punto en el que nos encontramos.


Llevo más de 10 años en la enseñanza del acolchado a máquina y esa experiencia me ha dado la confianza suficiente para publicar un libro titulado “101 preguntas sobre acolchado a máquina y sus respuestas” 



En él, he recopilado todos los interrogantes que han ido surgiendo desde que empecé este camino del acolchado hasta los que me han planteado mis últimas alumnas y todas las preguntas tienen respuestas cortas, claras y concisas para ayudarte a ti también en este camino.


Incluye temas como hilos, colores y texturas. Traseras, guatas y diseños. Actitud y ergonomía. Y, también puedes encontrar espacios para tus notas y dibujos. 


Así son mis clases, te doy herramientas para que aprendas la técnica del arte del acolchado a máquina, te enseño trabajos míos de diferentes estilos y te hablo de ellos para que veas, toques y puedas comparar. Procuro transmitir que cada una de nosotras tenemos nuestro propio estilo de acolchado y que al final de todo a quien le tiene que gustar es a ti que eres la que verás este quilt todos los días.


Hay quién cree que hay unas normas que no pueden saltarse, pero yo pienso que esto es un arte y, como tal, primero hay que aprender la forma tradicional de hacerlo y tener las herramientas y la técnica para poder romper las reglas e innovar y conseguir que con tus ideas locas y las mías avancemos y consigamos crear piezas únicas y, sencillamente, fantásticas.


Y si has estado en alguna de mis clases de acolchado lo sabes y lo has vivido.


Como ves, el acolchado a máquina es todo un mundo que da para jugar durante muchas y muchas horas.


¡Felices acolchados! 







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