Estos días atrás me he dedicado a teñir telas a mano para hacer un quilt que ya os iré enseñando. Una vez terminado, todo limpio y las telas bien dobladas queda bonito ¿verdad? Pero la historia empezó en la cocina... Este es el aspecto de mi cocina buscando conseguir 5 tonalidades de cada color. Para ello primero se prepara el tinte y la mitad va al primer bote, del resto, la mitad al segundo bote y así sucesivamente como me aconsejó mi amiga María (Eh Maria?) Por motivos de espacio los he tenido que hacer de dos en dos, en este caso gris y teja. De ahí pasaron al baño, consideré que a las vecinas de abajo no les iba a gustar que su ropa o su terraza quedara de esta manera... ¡Os podéis hacer una idea de lo maravillosa que es la lejía después de esto! ¡Y lo mejor de todo! telas de color rojo y rosas, azul marino, gris marrón, teja y azul cielo tendidas en la terraza ya secas y posando para la cámara. Así que la tenga ganas...
Acolchado a máquina de quilts de patchwork.